Dos años después de haber salido de Cuba para venir a Miami, Mireya descubrió que tenía una enfermedad renal y comenzó con diálisis. Su miedo más grande en ese momento era que no podría vivir para ver a su hija en Cuba nuevamente. Afortunadamente, Mireya recibió un trasplante de riñón dos años más tarde.
Después de su trasplante, tuvo otra segunda oportunidad: pudo traer a su hija a vivir con ella en los Estados Unidos. Mireya ahora vive no solo para sí misma y su familia, sino que también vive para el donante que le dio el regalo de la vida. Ella cree que la mejor manera de mostrar su gratitud es promoviendo la donación de órganos.
Ahora, a los 60 años, Mireya es embajadora de Done Vida y ayuda a educar a la comunidad hispana sobre la importancia de donar órganos.
Mireya dice, "en el peor momento de mi enfermedad, sentía que ya no había esperanza para mí. Ahora doy esperanza a quienes esperan el regalo de la vida".
La historia de Mireya es cortesía de Life Alliance Organ Recovery Agency, Miami, FL.