Kelly llegó a este mundo como una bebé normal y saludable. Poco después de su nacimiento, desarrolló ictericia neonatal. Un mes más tarde, le hicieron nuevas pruebas, y el diagnóstico reapareció: Kelly tenía hepatitis neonatal. Su hígado estaba gravemente debilitado.
Justo después de su segundo cumpleaños, los médicos dictaminaron que le quedaban pocos días de vida. Unas horas después, Kelly recibió el regalo de la vida. Su mamá, Cathy, recuerda muy bien ese día. "Estábamos tristes por saber que otro niño había muerto, y estábamos asombrados porque una familia, en el momento más trágico de sus vidas, había elegido ayudar a un perfecto extraño: Kelly".
Hoy, más de 20 años más tarde, Kelly es una mujer joven, activa y saludable. Y toda la familia participa en distintas actividades para promover la donación. Luego de años de trabajo voluntario, Cathy ahora trabaja para Donor Network West en el departamento de participación comunitaria.
Kelly ha participado en Saturn Donor Day, ha hecho el primer lanzamiento en un juego de los San Francisco Giants, y todos los años colabora con la fiesta infantil de Navidad celebrada anualmente en Lucile Packard Children's Hospital en Stanford, donde les lleva esperanza a muchos chicos que están transitando el mismo camino que ella debió recorrer.
Cathy, la mamá de Kelly, dice, "Han pasado más de 20 años desde que Kelly recibió su regalo de la vida de parte de un perfecto extraño. Esta familia dijo 'sí' a la donación cuando murió su propio hijo. "Pensamos en la familia del donante y les agradecemos con el corazón todos los días".
La historia de Kelly es cortesía de Donor Network West, Oakland, CA.