Janet recibió un trasplante de hígado que salvó su vida cuando tenía 50 años. Está agradecida con su donante por el precioso regalo. Janet ahora trabaja como voluntaria para una organización de procuración de órganos en la ciudad de Nueva York y es miembro de Transplants Save Lives, un grupo que brinda servicios a beneficiarios, candidatos y sus familias.
De origen hispano, Janet ve la necesidad de que la comunidad latina esté mejor representada entre los donantes. "Si los hispanos conocieran cuáles son las necesidades y qué es posible, responderían", dice ella, "porque eso es lo que hacemos en nuestra comunidad. La necesidad de un trasplante puede afectar a cualquiera: joven, viejo, hombre y mujer en cualquier grupo étnico o cultural. Muchos, muchos hispanos, como yo, son testimonios vivientes de que la donación de órganos salva vidas".
La historia de Janet es cortesía de New York Organ Donor Network, Nueva York, NY.