Una noche de verano en una carretera de Maryland, el supervisor de una cuadrilla de carreteras estaba explicando el trabajo a sus nuevos trabajadores. Pero en ese momento, el peligro se abalanzó por la carretera y la hilera de conos de seguridad naranjas no pudo detener a un conductor ebrio.
El supervisor recibió el golpe. Todavía con vida, fue trasladado al famoso Shock Trauma Center de Baltimore.
Ese hombre, Walter, tenía esposa y siete hijos. También era conocido por su familia y amigos como un dador. "Cada vez que alguien necesitaba algo, ya fueran sus hijos o extraños, estaba allí en un abrir y cerrar de ojos", cuenta la hija de Walter, Desiree.
Viniendo de Guatemala, el operador de equipo pesado siempre se sintió afortunado de haberse establecido en Maryland, de hacer lo que amaba para ganarse la vida y formar una familia. "Fuimos muy afortunados en comparación con otras personas", dice Desiree. Su padre quería que sus hijos apreciaran lo que tenían y aprendieran el don de dar a los menos afortunados.
Ella recuerda cómo un año, antes de Navidad, Walter les pidió a sus hijos que recogieran los juguetes y la ropa que ya no usaban. Luego, la familia los donó para que otras familias necesitadas pudieran festejar Navidad.
También recuerda haber realizado una vigilia con su familia en Shock Trauma en julio de 2017 cuando los médicos determinaron que Walter tenía muerte cerebral. La madre de Desiree le dijo al personal del hospital que su esposo era un donante de órganos registrado. Siempre estuvo muy orgulloso de eso y animó a los miembros de su familia a hacer lo mismo. Entonces, cuando llegó el momento, no había duda de que donarían los órganos de Walter para ayudar a otros.
Hoy, Desiree cuenta todos los regalos que ella y su familia han recibido por la donación de órganos de su padre:
- Sabiendo que el hombre que recibió el hígado de Walter y la mujer que recibió su riñón están vivos y bien hoy.
- Entablar una "hermosa relación" con el hombre que tenía una enfermedad hepática y puede seguir viviendo. "Él es una gran parte de nuestra vida", dice Desiree.
- Ver a todos los miembros de su familia convertirse en donantes de órganos debido al estímulo de Walter y sus acciones.
- Ser capaz de perdonar a la mujer que mató a su padre, como Walter "siempre perdonaba a la gente", dándole a su hija el don de perdonar.
- Ayudándola a sanar al comprender que la donación de órganos de su padre le dio a otra persona una segunda oportunidad en la vida.
- "Aunque perdimos a un esposo, padre, abuelo y un amigo, el cielo ganó un ángel", dice Desiree.
Al registrarse como donante de órganos, podría darles a otros una segunda oportunidad de vivir. Inscríbase hoy como donante de órganos, córneas y tejidos.