Imagínese que tiene 20 años, tiene una familia y de la nada le dicen que tiene una enfermedad renal. Eso fue lo que le pasó a Ricardo, un oficial de control de animales del área de Los Angeles, que acudió al médico por lo que pensó que era un "resfriado normal".
Ricardo recuerda estar aturdido por la noticia y abrumado al mismo tiempo. En una cita de seguimiento en 2019, le dijeron que su condición se había deteriorado y que solo tenía un 7 % de función renal.
"Los médicos se sorprendieron un poco porque estaba activo y no me sentía mal", dice. Se le indicó que comenzara la diálisis y que se incluyera en la lista de trasplantes. Su médico también le dijo que podría llevar entre siete y 10 años recibir un trasplante de riñón debido a la espera.
Esto se debe a que más de 100.000 personas están en la lista de espera nacional de órganos en un momento dado, y el 85 % necesita un riñón.
Ricardo comenzó la diálisis cuando llegó el COVID-19. Estaba abatido y dijo: "La diálisis es una mala experiencia que nadie debería pasar por cómo te sientes antes y después".
Le dijeron que si un familiar, amigo o incluso un extraño era compatible, podía donar un riñón, a través de lo que se denomina donación de órganos en vida, y él podría obtener un riñón antes. Sin embargo, era probable que un miembro vivo de la familia fuera una mejor opción. Ricardo le contó a sus seis hermanos lo que averigüó.
"Dijeron que estaban dispuestos a donar un riñón para que pudiera tener una vida mejor", recuerda agradecido Ricardo.
La hermana mayor de Ricardo, Yadira, dice: "Ni siquiera pensé: ¿debería hacer esto o podría hacer esto? Pensé: "Está bien, ¿qué tenemos que hacer?".
Los seis hermanos de Ricardo hicieron pruebas para ver si eran compatibles. "Estaba muy, muy agradecido", dice. Resultó que Yadira era perfectamente compatible. "Tuvimos una relación estrecha mientras crecíamos y cuando nació su primer hijo, yo fui su madrina", dice Yadira. "Le dije que podía ponerle nombre a su riñón".
Yadira, fanática de los Yankees de New York, llama al nuevo riñón de Ricardo, Derek Jeter. "Aunque no estamos de acuerdo con el nombre", dice con una leve sonrisa. "Es fanático de los Angels y llama a su riñón Mike Trout".
Un año después de que Ricardo iniciara diálisis, Yadira donó uno de sus riñones a su hermano. El trasplante fue un éxito para ambos. "Solía correr antes de la cirugía, así que tuve que esperar unas cinco semanas antes de poder empezar a hacerlo de nuevo", dice y añade: "Creo que uno de los propósitos de mi vida era poder hacer esto por mi hermano".
Yadira también dice que el hospital de trasplantes la involucró a ella y a Ricardo en un proyecto de investigación que ha permitido que su hermano no tenga que tomar medicamentos antirrechazo. Específicamente, el hospital está probando si las células madre extraídas de donantes compatibles se pueden administrar a un receptor de órganos para evitar la necesidad de tomar un régimen de medicamentos de por vida. El enfoque funcionó para un Ricardo agradecido.
"Los nuevos avances médicos que se están produciendo son increíbles y cambian la vida por completo", afirma. "Su calidad de vida sería diferente ahora mismo si no hubiéramos participado en el proyecto. Así que espero que la gente se exponga a todos los nuevos avances médicos que están sucediendo, porque cambian la vida completamente para mejor".
Mientras tanto, Ricardo dice: "Me siento muy bien. Puedo seguir la carrera de mis sueños ahora que estoy sano y puedo pasar más tiempo con mis hijos y mi esposa". Ricardo se está postulando para ser oficial de policía en el Departamento del Sheriff del Condado de Los Angeles. "Me siento saludable, como cuando estaba en la secundaria. Soy una persona completamente nueva".
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